¿No sabes qué regalar a un fanático del vino? Aquí te damos ideas para distintos presupuestos.
Un vino que ha permanecido guardado por mucho tiempo en barricas o incluso en su misma botella, puede experimentar cambios en su constitución debido a la falta de oxígeno. Por esto, pueden aparecer olores o aroma, que idealmente deben ser eliminados para no interferir en la degustación del vino.
Ahora, estas «anomalías» no perjudican el vino o la salud del consumidor, sin embargo pueden alterar la degustación o quitarle parte de su atractivo.
Justamente para que no pase lo que recién explicamos, se realiza la decantación: proceso para airear y mejorar el sabor de ciertos vinos. Para decantar un vino hay que mover el líquido de la botella contenedora a otro recipiente que cumple este fin: decantador.
Principalmente, la decantación tiene dos objetivos básicos:
Aunque parece un proceso sencillo, la verdad es que en la práctica requiere de cierta técnica, un poco más complejas que el trasiego. Por ejemplo, cuando se trata de vinos muy viejos, se debe tener especial cuidado con el proceso de decantación para que no haya una oxigenación excesiva que perjudique el vino.
Todo dependerá del tipo de vino que estamos hablando. Pero en términos generales se trata de las siguientes razones:
1. Es probable que hayas abierto una botella de vino y sentido un fuerte olor que incluso podrías calificar como desagradable. Por lo general, pasa con aquellos que tienen una edad de maduración elevada. Esto se debe a que al pasar tiempo “encerrados”, les falta oxígeno y el aroma queda capturado. Si lo decantas, el aire se mezcla con el vino y hace que los olores se ventilen. Una vez realizado este proceso, se puede sentir el aroma real del vino y disfrutar de su sabor.
2. En algunos casos es necesario separar la borra o sedimentos del vino (hablamos del material sólido que puedes ver en la parte baja de las botellas). Esto suele ocurrir en vinos que han pasado mucho tiempo de maduración, pero no se trata de una señal de que esté descompuesto. De hecho, debes saber que es un proceso normal, dado que en su proceso de fermentación y maduración el vino necesita oxidarse o reducirse.
3. Para aquellos vinos jóvenes que tienen poca intensidad en sus aromas, la decantación puede ayudar a que se desarrollen aromas que no son percibidos en una primera instancia. ¿Has visto a alguien girar su copa en círculos para que el vino se oxigene? Este es un proceso similar.
No queremos que te excedas, por eso recopilamos algunos de los consejos de los expertos de Wine Folly.
Hay dos razones principales para decantar tintos: oxidación y evaporación. Ambos hacen que estos vinos tengan un sabor más afrutado y suave después de la decantación.
Hasta 30 minutos, dependiendo de las condiciones.
En este caso hay que tener mucho cuidado porque por lo general no necesitan decantarse. Incluso, algunos aromas (como el maracuyá del Sauvignon Blanc), pueden desaparecer.
Ahora, aunque no es habitual, hay blancos o rosé que deben ser decantados. Por ejemplo, si al destaparlo huele a fósforo quemado o si se perciben aromas minerales y pocos frutales. Pero, en la mayoría de los casos, verter el vino en una copa y esperar unos 15 minutos lo soluciona. Luego de esto, deberías oler más aromas frutales.
Hasta 30 minutos, dependiendo de las condiciones.
Los casos de vinos espumosos que deben ser decantados no son comunes. De hecho, esto corre para los espumantes de método tradicional o champenoise; los charmat no se decantan. Un factor que hay que tener en cuenta es que el decantador debe tener menos superficie y forma de «ánfora» para preservar la delicadeza de las burbujas.
¿No sabes qué regalar a un fanático del vino? Aquí te damos ideas para distintos presupuestos.
Aquí te daremos algunos consejos para afinar tus sentidos y hacer que el proceso de degustación de un vino sea más simple.
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