Qué es un viñedo orgánico

¿Cómo funciona una viña que respeta los ciclos de la naturaleza? En el siguiente blog te contamos sobre las diversas prácticas y características de este tipo de viñedos.

Como pudiste ver en un blog anterior, el vino orgánico requiere de procesos de elaboración distintos a los del vino tradicional, que le permiten estar libre de químicos como pesticidas, fertilizantes, fungicidas, etc.

El viñedo orgánico es entonces aquel que funciona con prácticas que son amigables con el medio ambiente y promueven las condiciones naturales. Al respetar los ecosistemas, sus suelos se ven saludables y llenos de vida. Y, a su vez, el fomento de la biodiversidad ayuda a que los terroirs sean sustentables en el tiempo.

Pero, ¿a qué nos referimos cuando decimos que una viña orgánica ejecuta procesos sustentables? Por ejemplo, a realizar prácticas como la de hacer que animales coman el pasto o maleza, mientras que con sus pezuñas descompactan el suelo y lo airean.

Al tener suelos menos comprimidos y más aireados, se genera un ambiente propicio para que renazca vida en el suelo, por ejemplo, vuelven a surgir microorganismos que se alimentan de suelos sanos, libres de químicos y en condiciones de compactación óptimas. Esto, más el aporte de los composts y otras iniciativas, hacen que sea un suelo vivo.

En general, el equilibrio del ecosistema hace que insectos vivan y convivan. A su vez, estos son enemigos naturales de las plagas que pueden afectar a las parras.

Todos estos factores hacen que las vides se nutran exclusivamente de los suelos y sus nutrientes (minerales y otros elementos, según el tipo de suelo que sea), esto da como resultado un vino marcado por el carácter del lugar.

Algunas prácticas orgánicas de Viñedos Veramonte:

– Elaboración de compost

Los composts pueden significar ahorro y optimización de recursos. Estos pueden mejorar la calidad de los suelos a través de desechos y, a la vez, reducir el impacto en el medio ambiente.

En una viña orgánica como Viñedos Veramonte, se utilizan los restos orgánicos de la vendimia (como por ejemplo las pieles y pepas de las uvas), junto con paja y guano de la zona para crear compost. Luego, este se aplica en los viñedos y potencia la biodiversidad del suelo.

– Cultivo entre hileras

Se trata de una técnica en la que se hacen filas de surcos en la tierra, con el objetivo de mejorar la estructura del suelo, minimizar su erosión y aportar nutrientes. Esta práctica posiciona las semillas una tras otra, de manera que no se sofocan entre ellas y se aprovecha el espacio.

Cuando se está tratando de recuperar un suelo, al principio se suelen plantar especies como leguminosas. Posteriormente el mismo suelo y el entorno proveerán de semillas y flores, característica propia de un suelo lleno de vida

– Poda y manejo de canopia

El manejo de canopia es un conjunto de técnicas que tienen como objetivo alcanzar la máxima calidad de la uva (con el punto preciso de maduración fisiológica y de azúcar). Esto se logra teniendo una cantidad adecuada de follaje que entregue mayor ventilación y así evite pestes y enfermedades.

– Conservación de flora y fauna

Al proteger el terreno, el ecosistema se equilibra y permite que convivan en él los distintos seres vivos. De esta manera se logra un ecosistema equilibrado o balanceado.

– Incorporación de animales

Como ya mencionamos, estos fertilizan la tierra, cortan el pasto en primavera y además descompactan y airean el suelo con sus pezuñas al pasear por el viñedo.

Conclusión

Un viñedo orgánico se caracteriza por tener suelos saludables, parras con muchos años y una amplia variedad de insectos y animales. Esto principalmente porque trabaja con la naturaleza y no en contra de ella, promoviendo y protegiendo la biodiversidad. Las prácticas orgánicas hacen que un ecosistema sea capaz de combatir problemas por sí mismo, eliminando la necesidad de productos químicos. Por eso, podrás reconocer una si posee.