3 iniciativas que puede hacer que una viña sea amigable con el entorno

¿Qué puede hacer una viña para que su proceso de elaboración no impacte negativamente a la zona donde se encuentra? Además de tener medidas de cuidado con el medio ambiente, debe existir una responsabilidad real con la comunidad.

Como ya vimos en un blog anterior, la palabra sostenible implica diferentes espectros en los que una industria o empresa puede comprometerse: económica, social y ambientalmente. El objetivo principal es asegurar que, al igual que las generaciones actuales, las futuras puedan satisfacer sus necesidades.

La página web Cata del Vino explica que el término sostenible fue acuñado por primera vez en la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1987) donde se apunta a una gestión eficiente en la utilización de los recursos naturales, así como también una correcta organización social.

El diario español El País, afirma que un vino sostenible está más allá de una agricultura ecológica. En el artículo se explica que la sobreexplotación tiene consecuencias claras: que se contaminen las aguas, se pierda la biodiversidad y se degraden los suelos (deterioro que a su vez puede afectar los productores que trabajan en las cercanías). Entonces se trata de una conciencia más profunda; comprometerse en más que medidas parche. La responsabilidad con el entorno debe ser total y a largo plazo.

1-Huerta colaborativa y economía circular

En esta línea, Viñedos Veramonte tuvo la iniciativa de crear una huerta colaborativa. ¿En qué consiste? Entregar un terreno en comodato, además de agua y asesoría técnica en agricultura orgánica para que los productores locales puedan sacarle provecho, es una excelente alternativa para impulsar a los trabajadores de la comunidad. Tal como explica el sitio Sostenibilidad, la economía circular es un sistema que promueve el aprovechamiento de recursos y en este proceso se prioriza la disminución de los elementos. En síntesis, se toma como ejemplo el modelo cíclico de la naturaleza.

Lo interesante es que los agricultores generan sus productos y algunos son comprados a precio justo por la misma viña y así se aseguran ingredientes de excelente calidad. Por lo general, son los materiales que se utilizan en el restaurant Calicata. De esta manera ambas partes se retroalimentan.

2- Feria costumbrista

Darle un espacio a las tradiciones también puede ser una buena alternativa para apoyar a la comunidad. Viñedos Veramonte ha realizado esta actividad durante los últimos cuatro años (y espera retomarla cuando las circunstancias lo permitan). Esta iniciativa invita a pequeños artesanos y productores locales a exhibir sus productos gratuitamente.

Se trata de un mercado donde los asistentes pueden comprar distintos productos de la zona, además de probar los vinos de la bodega, asistir a clases de cata, escuchar conciertos y muchos más. Es un panorama que no solo celebra el vino, sino también las costumbres y tradiciones locales.

3- Eficiencia con el uso de energía

Con este compromiso nos referimos a factores como ahorro de agua y disminución de la huella de carbono. Estas acciones además de impactar al medio ambiente, también favorecen a la comunidad y claramente es una tarea a la que hay que destinar recursos y energía.

Pero para llegar a esto es necesario tomar caminos como por ejemplo, llegar a controlar plagas y enfermedades con sustancias de origen animal, vegetal o mineral.

Conclusión

Para ser una viña sostenible no basta simplemente con implementar medidas como el reciclaje o disminuir los químicos que se utilizan en la elaboración. Ser sostenible implica involucrarse con la zona en distintos aspectos y tomar siempre la iniciativa a la hora de respetar el entorno en todas sus dimensiones, de manera de hacerlo perdurar en el tiempo.