¿Cómo maridar comido rápida con vino? Estos son los principales puntos en los que debes fijarte.
Encontrar la combinación idónea entre vino y queso no es tan fácil como parece. Aunque ambos se han acompañado por siglos, cada vez existen más opciones. Esta breve guía te ayudará a encontrar los sabores que más se complementan.
Vino y queso. Es casi imposible pensar en el uno sin el otro. Y a pesar de ser una hermandad de siglos, la diversidad de opciones dificulta elegir hoy una buena combinación.
Son varios los estudios científicos que han llegado a la misma conclusión: el fuerte sabor del queso potencia en el paladar las propiedades del vino.
Pero, para que esta combinación sea exitosa, debes tener en cuenta aspectos como:
En este artículo, reunimos varios consejos para ayudarte a elegir los quesos para vino que más se complementan con cada cepa.
Muchos de los vinos tintos que tomamos son usualmente secos y con cuerpo medio (o con gran cuerpo).
Aunque van bien con carnes rojas, no son precisamente lo que viene a nuestra mente al pensar en acompañar unas buenas tablas de queso.
Y es que al buscar el mejor vino chileno para quesos debes tener en cuenta que las bebidas de gran cuerpo pueden llegar a opacar el sabor de quesos más ligeros.
El motivo es que los vinos tintos contienen taninos, compuestos naturales presentes en la piel y las semillas de las uvas.
Estos se encuentran en mayores niveles en los vinos tintos jóvenes, pues tienden a desvanecerse con la edad.
Va muy bien con quesos añejos de sabores complejos. El motivo es que los taninos en el vino se adosan a las proteínas y grasas del queso, y limpian el paladar tras cada bocado.
Este efecto tiende a ser demasiado intenso con quesos más jóvenes, dejando en la boca una sensación metálica y gredosa.
Los quesos para vino tinto ideales para esta variedad son gouda, camembert, gorgonzola y feta.
La mejor decisión es un queso para vino tinto que sea añejo y fuerte, como un gouda añejo o un cheddar maduro. Otra buena opción son los italianos, como el parmesano o el pecorino.
Es una excelente opción si planeas servir una selección de quesos de sabores más ligeros, como gruyère, brie y camembert.
Aunque es más común intentar marinar un queso con vino tinto, los blancos también permiten combinaciones para deleitar al paladar.
Al ser más frescos y discretos, los vinos blancos pueden aprovechar las bondades de los quesos para elevar sus propias virtudes. Te damos algunas ideas:
El queso de cabra y esta variedad son la pareja perfecta, según muchos conocedores.
Los niveles de acidez y los sabores frutales del sauvignon blanc son el envoltorio ideal para los tonos agrios y secos de este queso.
Otros recomendados son el parmigiano reggiano y el asiago añejo.
Quesos para vino cremosos y suaves, como el camembert y el gruyère provolone emparejan muy bien con esta cepa.
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