Paella, gazpacho, atún con salsa de frutos rojos y pasto con pesto de albahaca. Cuatro alternativas para disfrutar en el verano.
El proceso de elaboración de un vino puede variar dependiendo de cada bodega. Sin embargo, hay algunos pasos que en general todas las viñas siguen. Revisa las principales etapas en el siguiente artículo.
Con el perfeccionamiento de la técnica y la incorporación de tecnología el proceso de elaboración del vino ha evolucionado y se ha complejizado. Pero en términos generales, las etapas siguen siendo las mismas que hace miles de años y giran en torno a la fermentación.
Estos son los pasos principales para hacer un vino.
La recolección de uvas es la primera etapa y el abastecimiento de la materia prima para elaborar un vino. La vendimia es la etapa en la que se cosechan las uvas, materia prima para obtener vino.
En Chile suele empezar a mediados de febrero y terminar a fines de mayo o principios de junio. En muchas zonas de nuestro país es todo un acontecimiento y se celebra con fiestas (en este artículo de Chile es tuyo puedes revisar las distintas localidades que la festejan).
En este paso es clave enfocarse en que el estado de maduración de la uva sea óptimo. De esta manera, se podrá obtener su máxima calidad.
Posteriormente viene el despalillado, que consiste en separar la uva del resto del racimo o “raspón”. La idea es quitar la estructura herbácea, hojas y restos de sarmiento. El objetivo es evitar sustancias astringentes, sabores herbáceos; deshacerse del raspón implica reducir el potasio que quita acidez al vino.
Una vez que las uvas ya están desgranadas, se pasa al estrujado. Aquí se usa una máquina pisadora que se encarga de prensar la uva para extraer el jugo de ésta. De esta manera se logra extraer el jugo.
Se debe tener cuidado para no estrujar las uvas en exceso, ya que se pueden romper las semillas de las uvas; eso aporta amargor al caldo.
Para estos procesos la temperatura es clave. Se debe mantener controlada por algunos días para que el vino logre fermentar y alcanzar el color deseado. La duración dependerá del tipo de vino.
Lo que se busca es que mientras está el contenido en el depósito, actúen las levaduras. Así se da pie al proceso de fermentación alcohólica. El azúcar que poseen las uvas es lo que terminará transformándose en alcohol etílico.
Luego debe realizarse el descube, proceso de prensado mediante el cual se extrae el líquido del depósito para trasladarlo a otro. El enólogo tendrá la misión de determinar el minuto exacto para realizar este paso.
Este segundo proceso de fermentación es crucial para rebajar el carácter ácido del vino y así el paso en boca sea más agradable.
Finalmente viene el proceso de guarda o crianza, en el que el vino es introducido en barricas que le aportan notas aromáticas (las que suelen percibirse al momento de la cata). Durante este período, el vino evoluciona y desarrolla diversas características.
Paralelo al paso por contenedor o depósito se realiza el trasiego y la clarificación, los que permiten deshacerse de impurezas y sedimentos.
El embotellado es un proceso en el que el vino sigue evolucionando (segunda parte de la guarda o crianza). Este tiempo sirve para que evolucione y asimile el oxígeno que entra en la botella.
A grandes rasgos, estos son los pasos principales para hacer un vino. Sin embargo, una viña orgánica como Viñedos Veramonte agrega ciertas prácticas como la elaboración de compost e incorporación de animales. Puedes revisar más detalles en el blog Cómo es el ciclo de una viña orgánica.
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≫ Estas dos categorías son de suma importancia a la hora de entender los vinos y sus cepas. Aprende más sobre sus diferencias en esta guía ✨.
En el mercado existen más recipientes para guardar el vino, como tinajas de greda o barro, estanques de acero, estanques de cemento o huevos de cemento.