🌎 El clima, la posición geográfica y la experiencia acumulada de los enólogos hacen del vino chileno uno de los mejores del planeta. ¡Te contamos por qué!
Chile es uno de los países productores y exportadores de vinos de mejor calidad en el mundo. Pero, ¿cuáles son las variedades que se dan a lo largo de sus valles? Te contamos a continuación.
La variedad de climas y regiones del país facilita obtener una gran cantidad de cepas, y hace que la tarea de elegir el mejor vino chileno sea bastante difícil.
En este artículo, haremos un recorrido por los principales valles vitivinícolas chilenos.
Está ubicado en la Región de Coquimbo, a 500 kilómetros de Santiago y a 30 minutos de La Serena.
Allí son muy importantes la agricultura y el turismo y, aunque se destaca por la elaboración de pisco, su clima seco es apto para cepas como cabernet sauvignon, merlot, carménère, chardonnay y syrah.
También en la Región de Coquimbo, este valle es conocido como el norte verde de Chile. Es un oasis de belleza natural e impresionantes paisajes en donde los vientos fríos, provenientes del mar, y la “camanchaca” o neblina costera refrescan los viñedos.
Estas condiciones climáticas son perfectas para producir excelentes cepas de vino blanco en Chile, como el chardonnay y sauvignon blanc, y de tintos más frescos, como el pinot noir y el syrah.
Se encuentra a 100 kilómetros al norte de Santiago y su protagonista principal es el río Aconcagua. Se caracteriza por tener días calurosos y noches frescas, gracias a la influencia costera del océano
Por ello, es una zona ideal para cultivar cepas como la cabernet sauvignon, merlot, sauvignon blanc, chardonnay y cabernet franc, aunque su vino emblemático es el syrah. De estas se obtienen vinos muy armoniosos.
Ubicado en la Región de Valparaíso, a 75 kilómetros de Santiago, este es uno de los valles vitivinícolas más visitados por los turistas.
En este, las brisas del océano Pacífico y la fría niebla matinal son propicias para obtener cepas de vino chileno como chardonnay, sauvignon blanc, pinot noir y merlot.
Es el tercer valle más extenso del país, después del Maule y Colchagua. De hecho, aquí se encuentran algunas de las bodegas más importantes de Chile, a 45 minutos del centro de Santiago.
Llega hasta la cordillera de la Costa, en donde se observan los altos de Cantillana, una de sus mayores alturas. Se destaca por su excelente producción de cabernet sauvignon.
Ubicado al sur de la ciudad de Rancagua, en la Región de O’Higgins, este valle resguardado entre montañas se destaca por tener un clima mediterráneo.
Eso permite la elaboración de casi todas las variedades. Sin embargo, las más famosas son el merlot y el carménère.
Es uno de los más extensos de Chile, con cerca de 29 mil hectáreas de producción. Cuenta con viñas, bodegas, haciendas y colinas que dan forma a una de las más interesantes rutas del vino.
Gracias a su clima cálido se dan excelentes cepas de vino tinto en Chile, como carménère, cabernet sauvignon y syrah, además de otras cuya popularidad crece con rapidez, como malbec y cabernet franc.
Aquí se encuentra el valle de Apalta, un terruño particular en donde la vid crece sobre suelo granítico. Es una zona con mucha exposición solar y buena ventilación, por lo que entrega uvas para producir vinos maduros y con cuerpo.
A 220 kilómetros de Santiago, este valle tiene un clima mediterráneo moderado (días calurosos, suficiente radiación solar y noches frías).
Esta es una de las áreas vitivinícolas más grandes y veneradas de Chile. Sus suelos, de orígenes volcánico y aluvial, ofrecen diferentes contenidos y niveles de retención de humedad.
En esta zona, los viñateros pueden elegir la condición más apropiada para que cada variedad alcance su máximo potencial.
¿Y cuáles son las cepas estrella de este valle? Cabernet sauvignon, sauvignon blanc, merlot y chardonnay.
Cerca de 260 kilómetros median entre este valle y la ciudad de Santiago. Al igual que el valle del Maipo, el del Maule representa la cuna del vino chileno.
¿Por qué? Porque la diversidad de suelos y climas entre la precordillera y la costa entrega buenas condiciones para la elaboración de distintas variedades.
Una de las más destacadas es la carménère, aunque también se encuentran excelentes vinos blancos como el sauvignon blanc y cepas tintas como cabernet sauvignon, merlot y malbec.
Por último, en la zona del secano costero se cultiva un excelente carignan, proveniente de parras con más de setenta años.
El valle del Itata está ubicado a 50 kilómetros de Concepción, en la región de Bío-Bío, siendo una de las zonas vinícolas más antiguas del país.
Allí predomina el clima mediterráneo húmedo, con temperaturas más bajas que en otros valles y estaciones bien marcadas.
Los suelos son arenosos, graníticos y ricos en minerales, lo que da pie a una alta productividad y favorece a variedades tradicionales como país y moscatel de Alejandría.
También se pueden encontrar cepas de las variedades cabernet sauvignon, carménère, merlot, semillón, chardonnay y sauvignon blanc. Además, el valle de Itata es epicentro de la uva cinsault, con la que se producen vinos frescos y de mediana acidez.
En este valle se cultivan cepas patrimoniales, con parras que datan del siglo XVIII. Entre ellas se destaca la malbec, de la zona de San Rosendo, y la país, cerca de Cabrero y Yumbel.
También se encuentran buenos cabernet sauvignon, sauvignon blanc, pinot noir, riesling y chardonnay.
Aspectos como el clima, el suelo, la topografía y la vegetación determinan las particularidades del vino. Por esta razón, los valles de vinos en Chile entregan experiencias muy diversas al paladar.
No te límites a probar los de una sola zona. Es posible que aún no hayas experimentado el sabor del que será tu vino favorito.
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Disfrutar de un vino con moderación es la única forma de cuidar el bienestar y hacer de la experiencia algo agradable. Estás son las claves.
En el mercado existen más recipientes para guardar el vino, como tinajas de greda o barro, estanques de acero, estanques de cemento o huevos de cemento.