3 tips para maridar comida rápida con vino

No solo va bien con platos elaborados o sofisticados. La versatilidad del vino le permite acompañar todo tipo de alimentos, incluso los hot dogs, hamburguesas y pizzas. Aquí te contamos qué aspectos debes tener en consideración, para no fallar en el intento

El maridaje se trata de crear las mejores combinaciones entre comida y bebida, para que ambas se potencien y entreguen lo mejor de cada una. En otros artículos te contamos sobre el buen match que hacen el Carménère con el atún sellado o lo bien que queda la crema de zapallo al curry con el Chardonnay.

Pero, ¿qué pasa con la comida rápida? No necesariamente tienes que acompañarla de una bebida gaseosa o una cerveza. La verdad es que con una copa de tu cepa favorita también puedes lograr excelentes combinaciones. 

Este punto es clave. Para tomar una buena decisión, tienes que partir por identificar la proteína o los ingredientes que serán protagonistas. Eso te guiará en la búsqueda del vino ideal.

Por ejemplo, si se trata de hamburguesas clásicas, un tinto joven puede ser perfecto. Lo ideal es que sea fresco, afrutado y sin demasiado cuerpo, como un Merlot o Pinot Noir (de preferencia con taninos suaves y sedosos).

Ahora, si la carne es muy grasa o está más condimentada, te recomendamos inclinarte por un vino con mayor cuerpo y estructura. Un Syrah con especias sutiles o un Cabernet Franc, puede ser el match perfecto.

La salchicha es un embutido que dependiendo de la procedencia de su carne irá a la perfección con vinos desde blancos (en el caso de aquellas de carne de pavo), hasta tintos (si nos referimos a productos elaborados con vacuno o cerdo).

Si hablamos de un pollo frito, una buena opción de maridaje puede ser un blanco con buen cuerpo y cierto grado de acidez, que nos ayude a contrarrestar el efecto de las grasas, como un buen Chardonnay.

Al igual que la carne, el queso es un elemento que te ayudará a elegir. Por lo general, las hamburguesas o las pizzas suelen tener queso. 

En el caso que tu plato tenga un queso como el Brie o Camembert, una buena opción será un Pinot Noir ligero. Si vas a comer la clásica pizza de cuatro quesos o provolone, te recomendamos pensar en un Cabernet Sauvignon o Syrah.

Ten en cuenta que, aquellos con buen cuerpo son ideales para acompañar preparaciones con quesos muy intensos o de maduración prolongada.

Ya sea una pizza, un hot dog o un taco; los ingredientes adicionales también aportan en la decisión de un vino. 

En el caso de un hot dog, lo que le pongas importará a la hora de encontrar el mejor maridaje. Tal como explica el sitio Buen Gusto, si se trata de aderezos cremosos con contenido graso, e ingredientes de acidez alta (como los pepinillos) o sabores intensos, puedes optar por vinos blancos con una acidez balanceada que “corten” la grasa del embutido o el aderezo. Una buena idea puede ser escoger cepas como la Riesling o Chardonnay. Y en la gama de los vinos tintos, indudablemente un Syrah, que como ya mencionamos, funciona con todo tipo de alimento condimentado gracias a sus notas especiadas.

Finalmente, si son muchos ingredientes o muy distintos entre sí (como ocurre con las pizzas), el vino rosado puede ser un excelente comodín que va bien con todo. Y si se trata de ingredientes picantes y no quieres aumentar la sensación de calor que generan, lo mejor es que te vayas por algún vino con aromas frutales, limpio y ligero.